Las puertas del corazón, abiertas
Misioneras Esclavas del Inmaculado Corazón de María
Sí, el Noviciado de las Misioneras Esclavas del Inmaculado Corazón de María, abre sus puertas para dar paso a Sonia Ortega y a Jacqueline Bareiro, paraguayas, postulantes que desean continuar su formación para la vida religiosa en nuestra Congregación en España, formarse para vivir la caridad y con amor dedicarse a restaurar vidas rotas, y a educar a jóvenes y a niños, es un bello proyecto. Formaremos Comunidad con ellas H. Ramona y H. Teresita acompañándolas en el proceso de su vocación. Nos sentimos agradecidas, “el Señor ha estado grande con nosotras, y estamos alegres”.
El Noviciado, también abre sus puertas, a cuantas jóvenes quieran visitarnos y compartir su vida, su fe, sus dificultades, sus proyectos. ¡Y cómo no! abrimos puertas a nuestros vecinos de la C/ Nápoles de Madrid, que con gozo han venido a darnos un abrazo, felicitarnos y a desearnos permanezcamos con ellos siempre.
El Noviciado abre también las ventanas para que entre aire fresco, la luz, y se escuche el hablar de la gente que saluda, canta, ríe, conversa…
Puertas y ventanas abiertas, no sólo para que entre los de fuera, sino también para que salga lo que nosotras podemos ofrecer, la alegría, la paz, la sencillez, la fraternidad, la oración por todos, la libertad, y lo más importante sacar a CRISTO el SEÑOR, al Barrio, a niños, jóvenes y mayores.
En la Iglesia, nuestra Casa Noviciado, será un pequeño jardín, que pronto se verá adornado con hermosas y variadas flores, la jardinera con propiedad es el Corazón de María, la flor más hermosa, la primera Esclava a la que confiamos Sonia y Jacqueline, porque ser esclava del Corazón de María, es una gracia, un regalo, una suerte, la mejor lotería.
Aquí viviremos una comunidad de enamoradas de Cristo y su Madre, una Comunidad que quiere seguir con las puertas y ventanas abiertas para recibir a cuantos deseen compartir con nosotras.
H. Teresita Santos cma