Con mucha alegría y emoción de querer empezar esta nueva aventura en la etapa del Noviciado (Madrid-España), aterrizo el 30 de agosto del 2019 en Madrid. Sinceramente debo confesar que no quería bajarme del avión, y al tomar tierra fue grande la impresión tocar otro continente.
Ciertamente me costó dejar mi familia, mi país, la comunidad en que inicié mi formación, les extraño, pero la pasión por conocer más a la Congregación “Misionera Esclava del Inmaculado Corazón de María”, otro país, otra cultura, me motivaron a venir a España para seguir formándome en el seguimiento a Jesús.
Con mucha afabilidad y familiaridad me recibió la Maestra de Novicias, la Hna. Teresita y Hna. Ramona, también de mí país, me sentí muy acogida por ellas cuando al entrar, me recibieron con un: Bienvenida PENDE ROGAPE (bienvenidas a vuestra casa).
Desde mi experiencia, puedo decir que ha valido la pena haber dado este gran paso, aunque todo me parezca diferente (la gente, la comida, la Eucaristía…), poco a poco voy adaptándome a lo nuevo.
Pasados estos primeros días de sorpresas, seguiré conociendo y profundizando en la Misión y el Carisma de nuestra Congregación y en otros contenidos de la vida religiosa.
Ya me siento como en casa y estoy contentísima…, la verdad no fue fácil, pero me digo ¡¡¡ánimo…!!!, y me arrojo confiada en las manos de María y de M. Esperanza. Gustosa iré poniendo color a mi vida, y disfrutar al máximo esta etapa de formación que acabo de iniciar y seguir fortaleciendo y madurando en lo humano, en lo espiritual, en la vida fraterna, en el apostolado que tiene nuestra Congregación.